Nosolorol, 3 años de miseria y explotación

El gigante de los juegos de rol, Nosolorol, acumuló numerosas demandas por fraude a la seguridad social y al personal, abusos laborales, impagos, lesiones y acoso a uno de sus empleados. Del infierno de 3 años que fue para este empleado trabajar en Nosolorol, pasó dos sin contrato, sin vacaciones y cobrando por debajo del salario mínimo. Me resulta imposible contar esta historia y reflejar mi experiencia de una forma aséptica. La primera vez que en Nosolorol me dijeron que no había dinero para pagarme, fue en la primavera de 2014, la preventa de Vampiro estaba a punto de recaudar 180.000 €. Llevaba unos meses escribiendo un juego de rol y otras obras para ellos, sin garantía de pago. En esas fechas entraron a trabajar otras dos personas, que cobraban 800 y 1000€ como falsas autónomas. Empecé plenamente a trabajar en la editorial en julio, principalmente ayudando con los envíos del material vendido, y llevando a cabo las labores de almacén (descargar camiones, manipular el stock de libros, etc.) e incluso montar algunos muebles. Desde julio hasta octubre no vi un solo euro y mucho menos un contrato, ese verano Manuel Sueiro se gastó 1000 € en una recreativa para su salón. No había dinero para pagarme. Preparé todo el material para las TDN 2014 (unas jornadas que se celebraron en agosto en Málaga y que duran varios días), que implica revisar, retractilar y empacar un gran volumen de productos. Cargar y descargar la furgoneta (y repetir al volver), montar el stand y trabajar para Nosolorol durante las jornadas formaba parte de mi trabajo. Cobrar no. También tuve que escribir las aventuras que dirigiría. Además de trabajar gratis, tuve que pagar de mi propio bolsillo de desempleado la estancia y las dietas, a cambio del privilegio de saltarme las listas de espera por el alojamiento. Al principio cometí el error de tratar a Manuel como un amigo, y contarle que tenía problemas en casa, llevaba mucho tiempo en una situación de maltrato por un familiar alcohólico. Y no me sobra duda que es lo que han estado usando para tenerme en unas condiciones pésimas, incluso peores que al resto. En octubre de 2014 ya llevaba 3 meses sin cobrar, e incluso llegué a pasar noches en casa de Manuel, para poder estar a primera hora y descargar alguna entrega muy temprana y hacer alguna hora extra (vivo al otro lado de la comunidad de Madrid y el viaje podía hacerse realmente largo), no me pagaban la jornada de forma alguna, así que unas horas extra debieron parecerles un chollo mayor. Por esas fechas Nosolorol añadió un socio más, con un salario exagerado por un trabajo casi nulo, a pesar de que yo llevaba allí una temporada sin cobrar. Empezaron a pagarme como falso autónomo (me hicieron darme de alta), el volumen de trabajo que supuso la preventa de Vampiro: V20 desbordó por completo al personal en la empresa. El primer mes cobré 500 €, de donde pagué la cuota de autónomo y el ordenador más barato que encontré, para poder tener algo parecido a un puesto allí. En los siguientes meses mi salario se mantuvo muy por debajo del salario mínimo y siempre como autónomo. A causa del trabajo de almacén de Vampiro: La Mascarada, tenía que trabajar de lunes a viernes hasta las 8, aunque el resto de empleados se marchaba a las 7 y los viernes a las 3, debido a que el volumen de envíos era tal, que el repartidor tenía que venir a final de jornada con una furgoneta grande vacía. Las horas de trabajo en almacén semanales llegaban a ser 43 durante esos meses (las condiciones en que desarrollaba el trabajo darían para un nuevo artículo), además debía realizar trabajos de documentación aprovechando los largos trayectos de casa al trabajo, y escribir Blacksad: El Juego de Rol los fines de semana. Todo como falso autónomo y cobrando mucho menos que mis compañeros, además me forzaban a poner conceptos falsos en las facturas: “Pon algo relacionado con la escritura”, me decían. A la vez que se negaban a pagarme si ponía “almacén” como concepto. La situación en mi casa seguía siendo muy difícil, y a mí el trabajar los 30 días del mes por una miseria humillante comenzó a pasarme factura. Y no había una sola mañana en que no pensara mil veces en dejarlo por lo abusivo de la situación. Pero la necesidad de irme de casa me seguía apretando. Y Manuel, mi jefe-amigo no desaprovechaba nunca la ocasión de decirme que éramos amigos, me quería mucho y quería lo mejor para mí, y que dentro de unos meses me iría mejor y podría independizarme. Cuando pasaban esos meses, seguía siendo dentro de unos meses. A finales de año, nos hicieron aplaudir en corro a los empleados, porque Nosolorol llevaba dos trimestres seguidos triplicando las ventas. Que Manuel hiciera reír a todo el mundo con la noticia de que yo tardaría una semana o 10 días más que el resto en cobrar por no haber parado de hacer paquetes ni un segundo, es un chiste que todavía no he entendido. Entonces, nos dijeron que en enero nos subirían los salarios, me resigné y traté de aguantar un poco más. Por aquella época trabajaba casi 9 horas diarias en el almacén (comía en 15 minutos porque todo era muy urgente, y a veces tenía que soltar la comida para descargar un camión o atender al mensajero) y otras 30 semanales llevando a cabo la documentación y la escritura de Blacksad: el Juego de Rol (el resto de socios-autores, jefes-amigos, llevaron a cabo su tarea de Blacksad en el horario normal de oficina, que yo dedicaba a hacer los envíos de Vampiro: La Mascarada 20º Aniversario). Sin embargo mi salario (como falso autónomo) apenas se equiparó al salario mínimo en los meses de noviembre y diciembre, como pago por el trabajo de almacén. El trabajo fuera de la oficina no se me pagaba e incluso los festivos … Sigue leyendo Nosolorol, 3 años de miseria y explotación