2018 se estrena con malas noticias para nuestro sector, con Grupo Zeta anunciando de manera sorpresiva que cierra dos cabeceras históricas ante la “imposibilidad de seguir sosteniendo las importantes pérdidas generadas por ambas publicaciones”.

Cuando todavía no se han apagado los ecos del cierre de la imprenta de El País el pasado mes de diciembre — que deja a casi 70 profesionales en la calle— o el despido de otros 29 en el diario Sport, también de Zeta — 35% de la plantilla— , nos enteramos de que ahora le toca a los trabajadores de las dos publicaciones del Grupo Zeta prepararse para engrosar las filas del paro.

Desde la sección de Prensa y Medios de Comunicación de CNT, a la vez que nos solidarizamos y enviamos todo nuestro apoyo a los compañeros y compañeras de Interviú y Tiempo y nos ofrecemos para lo que puedan necesitar, queremos mostrar nuestra profunda repulsa con los gestores del grupo editorial, que nuevamente utilizan a sus empleados como productos de usar y tirar.

Otra vez la cadena se rompe por el eslabón más débil, el de la clase trabajadora. En todos los casos mencionados se alegan causas económicas, pero vemos que los gestores de dichos medios — en última instancia responsables de la situación actual de las publicaciones— , han mantenido siempre el bolsillo bien cubierto. Si Cebrián ha sido históricamente uno de los ejecutivos mejor pagados de los medios de comunicación españoles, la sicav de Antonio Asensio, presidente del Grupo Zeta, cerraba el primer trimestre de 2017 con mayor patrimonio y una rentabilidad acumulada del 1,30%. Y no nos engañemos, quienes llevan las riendas de los medios lo tienen claro y no dudarán en aliarse con la competencia para defender sus intereses económicos. No en vano El País ha pasado a imprimirse en Rotomadrid, imprenta de Vocento, editora del ABC.

Por otro lado, si el anuncio del cierre de las históricas cabeceras ha supuesto un mazazo, no podemos olvidar que las previsiones tampoco son halagüeñas para el resto de medios: el nuevo convenio pactado para ABC rebaja un 7% las condiciones salariales, los firmados recientemente en Unidad Editorial cronifican la precariedad y el grupo de comunicación prescinde de gran parte de los colaboradores. A ello se suma la realidad imperante, que legitima la precariedad, de que muchos de los colaboradores de algunos medios sean falsos autónomos, como era el caso de algunos periodistas que hasta hace unos días trabajaban para Interviú. El capitalismo depredador sigue campando a sus anchas en el sector de la comunicación.

Hace falta, por tanto, que los trabajadores y trabajadoras de la prensa tomemos también conciencia de la necesidad de unirnos para defender nuestros derechos e intereses y nuestros puestos de trabajo, que rompamos con los compartimentos estancos y el individualismo en que nos quieren encerrar y coordinemos luchas y esfuerzos para plantear una respuesta eficaz y unitaria de todo el sector.

Algunos/as ya estamos en ello. ¡Solidaridad y apoyo mutuo!

Sección de Prensa y Medios de Comunicación de CNT
Sindicato de Artes Gráficas, Comunicación Y Espectáculos