Según han publicado varios medios, la policía catalana realizó un servicio de espionaje a los periodistas de El Confidencial en Cataluna Marcos Lamelas y Antonio Fernández y al periodista Albert Castillón, entre otras personas. El seguimiento, ilegal al realizarse sin autorización judicial, incluye datos personales y privados especialmente sensibles como su fotografía, su DNI, teléfono móvil y domicilio.

Desde la Sección de Prensa y Medios de Comunicación del sindicato de Artes Gráficas, Comunicación y Espectáculos de CNT mostramos nuestro más profundo rechazo al seguimiento de los Mossos d’Esquadra o de cualquier otro cuerpo policial a periodistas. Estos actividades del Estado suponen un nuevo ataque al derecho a la intimidad de los periodistas, a la libertad de prensa y de expresión.

Decimos un nuevo ataque porque no es la primera noticia que tenemos del control ejercido por la Generalitat de Cataluña a periodistas. En 2013 se hizo público que el Cesicat (Centro de Seguridad de la Información de Cataluña) ordenó el seguimiento de los periodistas Jordi Borràs, Anna Punsí Jesús Rodríguez y David Fernàndez así como del documentalista Aritz Cirbian y los medios de comunicación Diagonal (ahora El Salto), El Accent, Sirio y el observatorio crítico de medios de comunicación Mèdia.cat.

Primero nos enteramos por una filtración de Anonymous, ahora por una interceptación de la Policía Nacional. ¿Cuántos más periodistas han sido, están o serán investigados por las autoridades catalanes por su ideología o por la línea editorial de los medios en que trabajan sin que lo sepamos? ¿Qué otras instituciones del Estado español estarán realizando seguimiento similares a profesionales de la comunicación?

La Sección de Prensa y Medios de la Comunicación de la CNT manifiesta su solidaridad con Marcos Lamelas y Antonio Fernández ante este atropello intolerable a sus derechos fundamentales y les ofrece todo el apoyo que necesiten.

Es necesario que los trabajadores y trabajadoras de los medios de comunicación tomen conciencia de que cualquiera puede estar en la diana. Debemos estar unidos para defender nuestros derechos. Ni una agresión a la libertad de prensa sin respuesta.