Censura en Joly: la ultraderecha debe ser señalada

Además de la precariedad, los y las profesionales del grupo empresarial Joly tienen una preocupación añadida desde esta semana. La presidencia de la editora de nueve periódicos ha trasladado a través de correo electrónico una directriz a sus cabeceras: pide dejar de llamar “ultraderecha” al partido de ultraderecha Vox, que ha conseguido doce parlamentarios en las elecciones andaluzas del 2-D.

Las indicaciones van más allá: ni ultraderecha, ni partido de extrema derecha. A la hora de informar de las manifestaciones que movimientos sociales han convocado en el territorio andaluz, se plantea a la redacción que obvie que estas movilizaciones son antifascistas: Joly quiere que se las califique sencillamente como protestas en contra de Vox.

Políticos de este partido han sido los primeros interesados en que los principales medios de comunicación andaluces dejen de calificarlos como tales: radicales, reaccionarios y peligrosos. Y ha sido la empresa en sí misma la que ha accedido a atender a estas demandas. Nunca los trabajadores y las trabajadoras de sus nueve cabeceras.

Que un político dicte a un empresario cómo sus trabajadores tienen que transmitir la información no es nuevo, más allá de lo sintomático de la situación: en un acto reciente por el 15 aniversario del Granada Hoy, el presidente del consejo de administración, José Joly, defendió que “no existe prensa de calidad si no es crítica” y aseguró que no es útil ser “aplaudidores del poder”. A la hora de defender su modelo de negocio, incidió en que el periodismo es “más necesario que nunca en un momento en el que la información y la propaganda se expanden sin control”.

Hasta el momento, su empresa parece más preocupada en contentar a políticos y partidos de ultraderecha que en defender unas condiciones laborales dignas en su plantilla.

La Sección de Prensa y Medios de Comunicación de CNT Madrid ha denunciado en incontables ocasiones la sangría de despidos que sufren los compañeros y compañeras de cabeceras tan señeras como Diario de Sevilla, Diario de Cádiz, Diario de Jerez, Europa Sur, Granada Hoy, Málaga Hoy, Huelva Información, El Día de Córdoba o Diario de Almería. Los últimos conocidos, hace exactamente un año. Y ahora volvemos a denunciar y a exigir al grupo Joly que respeten la independencia y libertad de sus trabajadores.

Desgraciadamente, el de Joly no es el único ejemplo: hace horas conocíamos que en la televisión pública de los madrileños, Telemadrid, los directivos han pedido a los trabajadores que no empleen “adjetivos calificativos” del mismo tenor para referirse al citado partido de ultraderecha.

Esta sección recuerda a los compañeros y compañeras que trabajen en el sector de la prensa y medios de comunicación (periodistas, maquetadoras, infografistas, correctoras, fotoperiodistas, repartidoras, locutoras, redactoras) que este es su espacio y herramienta de defensa. Solo rompiendo los compartimentos estancos de la profesión podremos dejar de estar callados: organizarnos, formarnos, defender nuestros derechos y pelear por una sociedad más libre, abierta e igualitaria. ¡Por una comunicación antifascista!

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