Currar sin contrato: el fraude de moda

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Sueldo fijo, horario establecido por la empresa, asesoría para tramitar el alta como trabajador autónomo y hasta vacaciones pagadas. Pero ni rastro de contrato. Ésas son las condiciones de los redactores de ADSLzone, una empresa que gestiona varios portales de contenido en materia tecnológica, según explican algunos de sus trabajadores hoy despedidos tras pedir legalizar su relación laboral. “Tenía buena relación con mi jefe y fueron varias las veces en las que le propuse regularizar la situación”, explica uno de ellos. “Su respuesta fue en todo momento un ‘no’, argumentando por un lado que sería insostenible y, por otro, que si lo hacía conmigo, lo tenía que hacer con el resto”, continúa.

Tras los intentos fallidos de diálogo, tres trabajadores afiliados al sindicato CNTacudieron al Tribu­nal de Arbitraje. Después de un acto de conciliación en abril en el que la empresa les ofreció firmar un contrato mercantil (figura que se utiliza, por ejemplo, para los contratos de obras públicas), los tres redactores se encontraron con que ya no tenían acceso al editor con el que trabajaban. Ahora, están a la espera de que un juicio en febrero determine si, como ellos reclaman, existía una relación laboral y, por tanto, la empresa está incurriendo en un fraude. “Esperamos que la empresa recapacite antes. De lo contrario será peor para ellos porque si pierden el juicio y se declara nulo el despido tendrán que hacer frente a una multa muy importante y cargar con los salarios de tramitación durante este tiempo”.

La figura del falso autónomo, frecuente en el entorno periodístico, no es anecdótica. De acuerdo con el último informe de la EPAde los 250.000 trabajadores por cuenta propia registrados en el Estado español, 160.000 dijeron desarrollar su actividad para un único cliente. Sin embargo, sólo 13.000 figuran como Trabajador Autónomo Dependiente (TRADE), una figura que contempla algunos derechos como días de vacaciones y una indemnización en caso de que la empresa rompa de manera injustificada el contrato mercantil que firman las partes. El saldo es de 90.000 personas que, según estos datos, podrían estar engrosando las filas de lo que el sindicato CNT llama “el fraude de moda”.
“El uso de la figura del falso autónomo está en auge, especialmente en el actual contexto de crisis económica”, explica Santiago López, uno de los impulsores de la campañaStopFalsosAutónomos que ha puesto en marcha el sindicato CNT. “Esta figura ha hecho mella entre buena parte de nuestros afiliados y afiliadas”, señala López, que aclara que no solo el entorno audiovisual y periodístico están plagados de personas que trabajan en condiciones de trabajador por cuenta ajena, pero sin contrato. Diseñadores, ilustradores, arquitectos, comerciales, monitores de ocio y tiempo libre, y, según les han contado recientemente en el blog de la campaña (falsosauto­no­mos.word­press.com), también fisioterapeutas son susceptibles de toparse con estas “ofertas de empleo”.

Denunciar

“La falsa autónoma trabajará como si de una trabajadora asalariada se tratase: con horario, condiciones de trabajo y sueldo establecidos por la empresa. Trabajas con las condiciones estrictas de un asalariado pero has de apechugar con los costes de tu seguridad social y con el riesgo de verte en la calle en cualquier momento sin prestaciones ni indemnización alguna”, explica López al preguntarle cómo saber si una persona es falsa autónoma. “El despido libre y sin obstáculos sigue siendo el principal riesgo de trabajar bajo esta figura, aunque a ello hay que sumar que no cuentas con otros derechos laborales: vacaciones pagadas, organizar secciones sindicales”, continúa.

“La única manera de revertir esta situación es denunciando, pues hacerlo a toro pasado, cuando el empresario fraudulento ya te ha despedido, es más complicado… Ojo, complicado para obtener la readmisión, no para que este tipo de empresarios asuman sus pagos, reciban multas y abonen una indemnización”. López recuerda que existen casos favorables, como el que obligó a la Cadena SER a resarcir al periodista Carlos Carnicero por los perjuicios causados o el que obligó al medio El Confidencial a readmitir a un trabajador y pagar sus salarios de tramitación.

“Hay que comer y la gente busca tener ingresos para hacer frente a su día a día, esto te lleva a aceptar todo tipo de condiciones y a pasar de líos en el trabajo”, reflexiona uno de los despedidos de ADSLzone, que explica que, en caso de plantearse acudir a la vía legal, es fundamental contar con una buena asesoría.

Un millón de euros, cero trabajadores
 El Grupo ADSLZone tiene varios portales donde escriben redactores a diario. Según uno de los trabajadores despedidos tras intentar legalizar su relación laboral, mientras trabajaba en esta empresa el número de redactores fue siempre en aumento. Sin embargo, en el Registro Mercantil la empresa indica no tener ningún trabajador, pese a haber facturado en los últimos años más de un millón de euros. 

Via: diagonalperiodico.net

 

 

 

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