El éxito de la convocatoria general del 22M realizada al margen del duopolio de la representatividad sindical (CCOO y UGT) nos enseña que somos capaces de desembarazarnos de los sindicatos del régimen.

Hasta ahora habíamos sido incapaces de superar el papel que el sistema les ha concedido como únicos interlocutores válidos de lo social. Y eso, a pesar de las generalizadas críticas a estas organizaciones por su nula defensa de los derechos de lostrabajadores y las trabajadoras, a pesar de su constante papel como moderadores y desarticuladores del descontento social, y de su manifiesto alineamiento con las políticas más neoliberales. Sólo el despertar social, explosivo e ingobernable, del 15 de mayo de 2011 y sus posteriores interconexiones habían conseguido desplazar la omnipresente voz de los actuales “sindicatos verticales”

Las Marchas de la Dignidad, convocadas por diferentes organizaciones sin contar con CCOO y UGT, sin pedirles permiso y, lo más importante, sin rogarles que fuesen ellos quienes convocasen para asegurarnos un éxito en la convocatoria, deben suponer UN ANTES Y UN DESPUÉS.

La jornada del 22M es un punto de inflexión en la forma de trabajar de la CNT. La masiva participación en la jornada de lucha general y en la “Columna Anarcosindicalista” convocada por la CNT nos enseña que somos capaces de articular una alternativa real y de clase. Así, sí se puede. Así, sí podemos.

La presencia en el aquí y ahora, en el pulso de la calle, el enraizamiento en las demandas sociales deben ser el camino que nos guíe en el trabajo diario que hacemos desde nuestros sindicatos.

La ilusión despertada en la militancia confederal, en el activismo afín y en el resto de una sociedad harta de un sistema que no le representa, no debe apagarse. No podemos permanecer al margen. La sociedad demanda alternativas. El sindicalismo que propone CNT satisface esta demanda y es hora de difundirlo. Replegarnos en el rol de sindicato marginal que se nos ha asignado desde la Transición no podría entenderse más que como una derrota y una incapacidad que no queremos ni vamos a asumir.

CNT es y debe ser una alternativa real para la clase trabajadora en su conjunto. Una organización que dote de herramientas y soluciones a aquellas personas que, gracias a este trabajo adulto y responsable, se vayan acercando a los diferentes sindicatos de la Confederación.

Esta es la CNT en la que nos vemos representados y que nos ilusiona para seguir trabajando con fuerzas renovadas en difundir la potencia y eficacia del anarcosindicalismo como la forma más eficaz por la emancipación de la clase obrera y en la lucha contra un sistema económico injusto, indigno e inmoral.

CNT Gráficas, Comunicación y Espectáculos (MADRID)